Here are some of my favorite poems:
HAY PIEDRAS de agua en la luna?
Hay aguas de oro?
De qué color es el otoño?
Se unen uno a uno los días
hasta que en una cabellera
se desenlazan? Cuánto cae
—papeles, vino, manos, muertos—
de la tierra en esa comarca?
Viven allí los ahogados?
Nace
YO AQUÍ vine a los límites
en donde no hay que decir nada,
todo se aprende con tiempo y océano,
y volvía la luna
sus líneas plateadas
y cada vez se rompía la sombra
con un golpe de ola
y cada día en el balcón del mar
abre las alas, nace el fuego
y todo sigue azul como mañana.
Oda para planchar
LA POESÍA es blanca:
sale del agua envuelta en gotas,
se arruga y se amontona,
hay que extender la piel de este planeta,
hay que planchar el mar de su blancura
y van y van las manos,
se alisan las sagradas superficies
y así se hacen las cosas:
las manos hacen cada día el mundo,
se une el fuego al acero,
llegan el lino, el lienzo y el tocuyo
del combate de las lavanderías
y nace de la luz una paloma:
la castidad regresa de la espuma.
Los nacimientos
NUNCA RECORDAREMOS haber muerto.
Tanta paciencia
para ser tuvimos
anotando
los números, los días,
los años y los meses,
los cabellos, las bocas que besamos,
y aquel minuto de morir
lo dejaremos sin anotación:
se lo damos a otros de recuerdo
o simplemente al agua,
al agua, al aire, al tiempo.
Ni de nacer tampoco
guardamos la memoria,
aunque importante y fresco fue ir naciendo;
y ahora no recuerdas un detalle,
no has guardado ni un ramo
de la primera luz.
Se sabe que nacemos.
Se sabe que en la sala
o en el bosque
o en el tugurio del barrio pesquero
o en los cañaverales crepitantes
hay un silencio enteramente extraño,
un minuto solemne de madera
y una mujer se dispone a parir.
Se sabe que nacimos.
Pero de la profunda sacudida
de no ser a existir, a tener manos,
a ver, a tener ojos,
a comer y llorar y derramarse
y amar y amar y sufrir y sufrir,
de aquella transición o escalofrío
del contenido eléctrico que asume
un cuerpo más como una copa viva,
y de aquella mujer deshabitada,
la madre que allí queda con su sangre
y su desgarradora plenitud
y su fin y comienzo, y el desorden
que turba el pulso, el suelo, las frazadas,
hasta que todo se recoge y suma
un nudo más el hilo de la vida,
nada, no quedó nada en tu memoria
del mar bravío que elevó una ola
y derribó del árbol una manzana oscura.
No tienes más recuerdo que tu vida.
Adioses
OH ADIOSES a una tierra y otra tierra,
a cada boca y a cada tristeza,
a la luna insolente, a las semanas
que enrollaron los días y desaparecieron,
adiós a esta y aquella voz teñida
de amaranto, y adiós
a la cama y al plato de costumbre,
al sitio vesperal de los adioses,
a la silla casada con el mismo crepúsculo,
al camino que hicieron mis zapatos.
Me difundí, no hay duda,
me cambié de existencias,
cambié de piel, de lámpara, de odios,
tuve que hacerlo
no por ley ni capricho,
sino que por cadena,
me encadenó cada nuevo camino,
le tomé gusto a tierra a toda tierra.
Y pronto dije adiós, recién llegado,
con la ternura aún recién partida
como si el pan se abriera y de repente
huyera todo el mundo de la mesa.
Así me fui de todos los idiomas,
repetí los adioses como una puerta vieja,
cambié de cine, de razón, de tumba,
me fui de todas partes a otra parte,
seguí siendo y siguiendo
medio desmantelado en la alegría,
nupcial en la tristeza,
sin saber nunca cómo ni cuándo
listo para volver, mas no se vuelve.
Se sabe que el que vuelve no se fue,
y así la vida anduve y desanduve
mudándome de traje y de planeta,
acostumbrándome a la compañía,
a la gran muchedumbre del destierro,
a la gran soledad de las campanas.
Alstromeria
EN ESTE MES de enero la alstromoeria,
la sepultada flor, la sumergida,
de su secreto sube hacia los páramos.
Y amaneció rosado el roquerío.
Mis ojos reconocen
su marca triangular sobre la arena.
Yo me pregunto
viendo
el diente pálido
de un pétalo, el regazo
perfecto de sus íntimos lunares,
el suave fuego de su simetría,
cómo se preparó bajo la tierra?
Cómo donde no había sino polvo,
pedruscos o ceniza
surgió incitante, pura, aderezada,
encrespando en la vida su hermosura?
Cómo fue aquel trabajo subterráneo?
Cuándo se unió la forma con el polen?
Cómo a la oscuridad
llegó el rocío
y ascendió con la tierna llamarada
de la flor repentina
hasta que se tejieron gota a gota,
hilo por hilo las regiones secas
y por la luz rosada
pasó el aire esparciendo la fragancia
como si allí naciera
de pura tierra seca y abandono
fecundidad florida,
frescura por amor multiplicada?
Así pensé en enero
mirando el seco ayer mientras ahora
tímida y crespa crece
la tierna multitud de alstromoeria:
y donde piedra y páramo
estuvieron
pasa el viento en su nave navegando
las olas olorosas.
Pasado
41
TENEMOS que echar abajo el pasado
y como se construye
piso por piso, ventana a ventana,
y sube el edificio
así bajando vamos
primero tejas rotas,
luego orgullosas puertas,
hasta que del pasado
sale polvo
como si se golpeara
contra el suelo,
sale humo
como si se quemara,
y cada nuevo día
reluce
como un plato
vacío:
hay nada, no hubo nada:
hay que llenarlo
de nuevas nutriciones
espaciosas,
entonces, hacia abajo
cae el día de ayer
como en un pozo
al agua del pasado,
a la cisterna
de lo que ya no tiene voz ni fuego.
Es difícil
acostumbrar los huesos
a perderse,
los ojos
a cerrarse
pero
lo hacemos
sin saberlo:
todo era vivo,
vivo, vivo, vivo
como un pez escarlata
pero el tiempo
pasó con trapo y noche
y fue borrando
el pez y su latido:
al agua al agua al agua
va cayendo el pasado
aunque se agarre
a espinas
y raíces:
se fue se fue y no valen
los recuerdos:
ya el párpado sombrío
cubrió la luz del ojo
y aquello que vivía
ya no vive:
lo que fuimos no somos.
Y la palabra aunque las letras tengan
iguales transparencias y vocales
ahora es otra y es otra la boca:
la misma boca es otra boca ahora:
cambiaron labios, piel, circulaciones,
otro ser ocupó nuestro esqueleto:
aquel que fue en nosotros ya no está:
se fue, pero si llaman, respondemos
"Aquí estoy" y se sabe que no estamos,
que aquel que estaba, estuvo y se perdió:
se perdió en el pasado y ya no vuelve.
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